Sin duda alguna, la quintilla es mi estrofa métrica preferida. Cinco versos de ocho sílabas que riman 1º con 3º y 5º, y 2º con 4º. Con ella me despido (al menos por el momento) de este estilo (rima) para empezar a escribir en prosa. En esta ocasión, unos versos muy propios para esta época del año: trata de la llegada del verano.
El Astro Rey por esencia
nos ataca con su "espada"
este año hace presencia
previo a la fecha anunciada
provocando somnolencia
en el frío y las noches frescas
de primavera templada.
Una estación esperada
que cuenta desde el mes sexto
a veces adelantada
y en especial reservada,
es por niños deseada
y temida por el resto.
El estío lleva consigo
a un radiante y fiel amigo
el que a bochorno dirige
y es bueno, cuando este erige,
buena sombra que cobije
y que se guarde el abrigo.
Este año adelantó
hace ya bastantes días
sin timidez apareció
la estación con gran maestría,
con calor se presentó.
Pero ahora es otra historia
con su fuerza y su fulgor,
con renovada memoria,
el que aprieta ya está en boga
sin usar cabos ni sogas
estos días nos ahoga.